FUNDADOR

DATOS BIOGRAFICOS DEL P. JOAQUIN REINA S.J. 1.902.-   Nació el 27 de Noviembre en Chiclana del la Frontera (Cádiz)                  Fué bautizado en la Parroquia de San Juan Bautista el día 7 de Diciembre 1.921.-   Ingresó en la Compañía de Jesús el 27 de septiembre. 1.923.-   En Granada hizo sus primeros votos. 1.924.-   Empieza los estudios Letras (Humanidades clásicas). 1.927.-   En el colegio Máximo, S:J comienza los estudios de  Filosofía durante tres años. 1.932.-   Tras los trastornos de la implantación de la República en España y persecución de  la Compañía de Jesús, hace sus estudios de Teología en Entre-os-Ríos (Portugal), que duran cuatro años. 1.935.-   Al terminar el tercer curso de Teología, es ordenado Sacerdote. 1.936.-   Año de la tercera aprobación en la Guardia (Galicia). Este año para el Jesuita es como el coronamiento de la formación, sobre todo espiritual, antes recibida, y como preparación para comenzar sus actividades de vida directamente apostólica. 1.937.-   Es destinado por el P. Provincial de la provincia de Andalucia, al Noviciado y Juniorado de Laulé (Portugal). Allí es nombrado Ministro, es decir, ayudandte del P. Rector Consultor de la Casa, y profesor  de los jóvenes Jesuitas. 1.939.-   El día 2 de Febrero hace la Profesión solemne de cuatro Votos, y continúa en los mismos cargos en el Puerto de Santa María (Cádiz), a donde volvió aquella comunidad, una vez restablecida la Compañía en España.  1.940.-   El P. Provincial lo dstina a la Residencia de Almeria. 1.945.-   Es nombrado Superior de la Residencia de Almeria 1.951.-    Es trasladado  a Málaga, y nombrado superior. 1.959.-    Es destinado a la Residencia de Sevilla.  1.965.-     Es destinado a la casa de el Puerto de Santa María (Cádiz). 1.968.-    Es destinado a la Residencia de Málaga. 1.975.-    El día primero de septiembre, en Málaga,  muere repentinamente de un ataque al corazón.  PERFIL DEL FUNDADOR P. Joaquín Reina Castrillón, SJ, nuestro Fundador, un hombre enviado de Dios. Las Siervas de los Pobres miramos al P. Reina como el hijo que contempla el corazón misericordioso de Dios Padre reflejado en Jesús y siente la necesidad de llevar el conocimiento y el amor de ese Corazón a los más pobres. Lo vemos como:  Un hombre de fe que vive la presencia de Dios y que mira al mundo en él; un hombre cautivado por Jesús y por María; un hombre de oración; un peregrino de la fe: un corazón apasionado por Dios y por la extensión de su reino.  Un padre que se preocupa de sus hijas, que no descuida la exhortación, el aliento, en medio de dificultades e incomprensiones; que sufre el abandono, la marginación, el no ser tenido en cuenta... que cada noche les envía una especial bendición para que "con vuestro ejemplo, vuestras palabras y vuestra misma mirada anunciéis el Evangelio del Corazón de Jesús".  Un pastor que escucha y acoge a las personas; un apóstol de corazón ardiente para anunciar la Buena Nueva de Jesús; una persona creativa y audaz: un corazón de apóstol.  -          Un hombre que ve más allá de su época; que con sus proyectos abarca el mundo entero y desea la extensión de la incipiente Congregación; que vive sus ideales con tal intensidad que muchos quieren ser como él y vivir con él: un corazón sin fronteras.  -        Quien fuera su superior provincial lo describe así: "Era un hombre todo de Dios... pura ascética ignaciano... Fue siempre un hombre de gran austeridad de vida, abnegación, mortificación, y de humildad extraordinaria. Ejemplar en el cumplimiento de sus obligaciones. Llevaba una vida interior muy intensa: en oración y actos de piedad sencillos, pero rebosando amor de Dios. Centro de su espiritualidad: Santa Misa y vivitas al santísimo. Sus devociones más entrañables: al Sagrado Corazón de Jesús y a la Virgen. Su caridad: sin límites con todos, muy especialmente con los pobres. Su celo apostólico incansable y de una diversidad múltiple, tanto en la dirección espiritual como en la predicación de la Palabra de Dios, en los ejercicios espirituales, en la devoción al sagrado Corazón. El la vivía ardientemente y no perdía ocasión de contagiarla a los demás con todo fervor. Era el Padre como el ascua viva que pega su fuego donde quiera que está". SEMBLANZA ESPIRIRITUAL  DEL P. REINA ERA UN HOMBRE TODO DE DIOS.  El Señor lo llamó y eligió para que llevara fruto, y su fruto permaneciera.  La respuesta del Padre fue pronta y decidida: entró en la Compañía de Jesús, donde desde el Noviciado hasta el momento de su muerte repentina, se esforzó generosamente por llevar frutos abundantes de santidad personal y de los prójimos, según le pedía su vocación. ¿Rasgos de su espiritualidad?  Pura ascética ignaciana, la que alienta en los auténtico Ejercicios de San Ignacio, y se condensa en las Constituciones y Reglas de la Compañía.  Fue siempre el Padre de gran austeridad de vida, abnegación, mortificación y de humildad extraordinaria. Ejemplar en el cumplimiento fiel de sus obligaciones.  Llevaba una vida interior muy intensa: en oración, y actos de piedad sencillos, pero rebosando amor de Dios.  Centro de su espiritualidad: Santa Misa y visitas al Santísimo.  Sus devociones más entrañables: Al Sagrado Corazón de Jesús y a la Virgen.  Su caridad: sin limites con todos, muy especialmente con los pobres.  Su celo apostólico incansable y de una diversidad múltiple, tanto en la dirección espiritual de las almas, como en la predicación de la Palabra de Dios, en los Ejercicios Espirituales, en la propagación de la devoción al Sagrado Corazón. El la vivía ardientemente, y no perdía ocasión de contagiarla a los demás con todo fervor.  ERA EL PADRE COMO EL ASCUA VIVA QUE PEGA SU FUEGO DONDEQUIERA QUE ESTÁ.